
Debo hacerte en el pecho un nido
para que aprietes mi corazón,
ya reservé la noche para tu amor,
para estrujarnos los dos cuerpo a cuerpo
de robarme un beso,
para preñarte de luz como un rayo de sol.
Nos sentaremos sobre la hierba,
preguntarás y preguntaré,
y llegará otra noche que reservé...
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