miércoles, 7 de enero de 2009

Salmo 1 - Los dos caminos


Dichoso el hombre
que no va a reuniones de malvados,
ni sigue el camino de los pecadores
ni se sienta en la junta de burlones,
mas le agrada la Ley del Señor
y medita su Ley de noche y de día.

Es como el árbol plantado junto al río,
que da fruto a su tiempo
y tiene su follaje siempre verde,
Todo lo que él hace le resulta.
No sucede así con los impíos:
son como paja llevada por el viento.


No se mantendrán en el juicio los malvados
ni en la junta de los jutos los pecadores.
Porque Dios cuida el camino de los justos
y acaba con el sendero de los malos.




1 comentario:

VINCERES (resg) dijo...

pero en sí, nadie es digno de llamarse justo, todos somos impíos y pecadores, por suerte Dios es misericordioso y amoroso :)